Uno de los enemigos más importantes de nuestros coches son los rayos UV. Los rayos ultravioleta, aunque invisibles al ojo humano, tienen un efecto dañino en todos los elementos de nuestro coche, tanto interiores (piel, salpicaderos...) como exteriores (pintura, plásticos, caucho etc). Si nos centramos en el exterior tenemos otros agentes externos que con el tiempo acaban deteriorando la pintura de nuestros vehículos. Entre ellos podemos señalar la lluvia, altas y bajas temperaturas, acción solar, excrementos de pájaros, polvo, nieve, hojas y recina de árboles entre otros muchos agentes exógenos. Una buena planificación a la hora de proporcionar protección a nuestros vehículos dependiendo del lugar donde se encuentren será clave para una larga y brillante vida a nuestros coches.